sábado, 3 de enero de 2009

Mentiras y más mentiras

Venía dispuesto a escribir de otro asunto pero anoche escuché una entrevista en una emisora de radio que me ha hecho cambiar de opinión. No sé si lo que escuché era un programa en directo o enlatado. Da lo mismo si era carne putrefacta o alimento con botulismo porque lo único claro es que la mercancía estaba en su punto para envenenar.

Comienza el combate. En el cuadrilátero radiofónico, a un lado el público y en la esquina contraria un ministro. Dicen de él que es químico aunque mejor habría que decir que es un cínico. El sermón de adoctrinador bien aprendido. Tono tranquilo y pausas bien preparadas. Pontificando con sus medias verdades, con sus trolas de laboratorio, en fin, con sus mentiras completas. ¡Cuánto ha ganado la Química sin él y que figurón se ha perdido el teatro!

Sí, lo han adivinado. Se trataba de Alfredo Pérez Rubalcaba hablando de política antiterrorista. La tesis de este funámbulo de la falacia era clara: comparar el proceso Zapatero con el de la legislatura de Aznar. El anterior presidente, venía a decir Rubalcaba, tenía una situación más complicada y negoció sin que le criticasen. Los socialistas, en un momento más propicio, intentan la negociación pero son criticados y el PP se porta con deslealtad.

¡Qué fácil es colar tanta basura cuando se controlan la mayor parte de los medios de comunicación!
Lo voy a decir clarito para que se me entienda bien:

- Rubalcaba, eres un sinvergüenza y un mentiroso. Eres un personaje siniestro que fuiste miembro de un gabinete que utilizó el terrorismo de Estado y que cobardemente afirmó haberse enterado de todo lo sucedido por la prensa.

Tendré que hacer memoria y recordar la negación de la existencia del “proceso”, las descalificaciones y los insultos que el gobierno dirigió a los que estaban en lo cierto (como se ha demostrado después). Recordaré la burla al Estado de Derecho que supuso permitir a las franquicias etarras la presencia en las instituciones. Tendré también que recordar la insistencia en la verificación del proceso cuando los servicios de interior galos lo desmentían. Incluso releeré en los archivos esa celebre disposición a manchar la toga con el polvo de los caminos.

Nosotros, los españoles, sí que nos hemos tenido que enterar por la prensa de que el gobierno de Zapatero, con el ministro Rubalcaba a la cabeza, mintió. Están aún en la misma mentira y no van a parar. Es la mentira como forma de gobierno. Sólo voy a añadir algo más: Una banda terrorista como ETA nunca podrá doblegar a un Estado dispuesto a defenderse pero inicuos como Rubalcaba, que representan lo más inmoral de la política, sí que pueden socavar el armazón del Estado.

Mejor nos iría si este indecente se fuese a pasar frío por yermos helados.

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